La primavera, el deseo, las flores, sol, mayor temperatura… ¿Casualidad?
- Gret de Lou
- Mar 20
- 3 min read

Seguramente estáis tan ansiosos como yo por sentir la primavera en su esplendor. ¡El solecito, los días más largos, el calorcito que empieza a despertar la piel! Todo florece a nuestro alrededor… y parece que nosotros también. Hoy os cuento por qué el deseo sexual y el sexo aumentan en esta estación.
Y no, no es solo porque seáis team frío o team calor, ¡esto tiene su ciencia!

¿Habéis oído hablar de la “fiebre primaveral”?
Este fenómeno, investigado desde hace siglos, se traduce en cambios hormonales provocados por el cambio de estación. Obviamente, varía entre especies, organismos y cuerpos, pero tiene una base natural muy clara.
Todo comienza con la naturaleza: los árboles echan hojas nuevas, las flores se abren, y este renacer no pasa desapercibido para nadie. La primavera nos inunda de vitalidad y buen humor. Si sois de los que pasean por el campo, quizá ya habéis visto conejos y otros animalitos más activos de lo normal. Es que para muchas especies, este ciclo vital y hormonal marca el inicio de la temporada de reproducción.
Y, aunque no se trate precisamente de reproducción en nuestro caso, los humanos no somos la excepción.

Sol, hormonas y ganas de todo
El deseo sexual suele aumentar en primavera, y hay varias razones para ello:
• Más luz, más energía: Los días son más largos, y la exposición al sol nos llena de vitalidad. La luz influye en nuestro estado de ánimo, y muchas personas que en invierno se sienten más apagadas o decaídas experimentan un subidón en primavera.
• Hormonas de la felicidad: La serotonina y las endorfinas aumentan, lo que nos pone de mejor humor, reduce el estrés y nos hace sentir más activos y predispuestos al placer.
• Vitamina D y testosterona: Con más sol, nuestro cuerpo absorbe más vitamina D, que en los hombres está relacionada con el aumento de la testosterona… y eso, ya sabéis lo que significa.
• Feromonas y química: La transpiración aumenta, y con ella la liberación de feromonas, esas sustancias que nos hacen más atractivos para los demás. ¡Sí, el olor corporal juega un papel importante en la atracción!
• Oxitocina, dopamina y noradrenalina: La primavera estimula la hormona del amor (oxitocina), y también la dopamina y la noradrenalina, que están relacionadas con el placer, la atracción y el deseo de interactuar con otras personas.
¿La ropa influye en la libido?
Pues… ¡claro que sí! Con el calorcito dejamos atrás los abrigos y la ropa gruesa. Vestimos más ligero, con telas más frescas y prendas más sugerentes. Y aunque no todo se reduzca a lo visual, la estética y la sensualidad juegan su papel en el juego del deseo.
¿El frío mata la pasión?
Siempre lo digo en mis talleres: el frío puede ser un asesino del deseo. Sí, ya sé que muchos disfrutáis de acurrucaros en invierno (modo cucharita ON), pero el frío tiende a volvernos más perezosos. Además, cuando la temperatura es baja, nuestro cuerpo prioriza mantener el calor interno, y esto puede afectar a la circulación y la sensibilidad en ciertas zonas.
En cambio, con el calorcito, la dopamina sube como la espuma. Y recordemos que esta hormona está relacionada con el sistema de recompensa y el placer. Nos hace sentir motivados, enérgicos y… con más ganas de jugar.

Y si no notas el efecto… ¡Tranqui!
No todos reaccionamos igual. Si eres de los que no siente un subidón primaveral de deseo (y no te pones “como burro en primavera”), no pasa nada. Habrá otras cosas que te hagan subir la temperatura.
Lo importante es disfrutar del momento, de la luz, de la energía y, si se da la oportunidad… ¡También del buen sexo!

Besos y feliz entrada de la primavera
Gret de Lou
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