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Writer's pictureGret de Lou

Depresión y Sexualidad

En el día mundial de la lucha contra la depresión, siendo un trastorno que eleva las tasas de mortalidad a nivel mundial os contaré cómo se relaciona o cómo puede afectar con la sexualidad.

Cuando se padece depresión surgen síntomas como la tristeza, apatía, falta de energía, perdida o aumento de peso, quizás también se pueden tener dificultades para la concentración, lo cual disminuye la productividad laboral, también pueden existir trastornos del sueño como puede ser tener insomnio o querer dormir demasiado, puede haber una dificultad para tomar decisiones y un desinterés general por actividades que incluso resultaban gratificantes anteriormente, por lo tanto la sexualidad puede que no sea la excepción, sin embargo esto dependerá de muchos factores, ya que una buena sexualidad sigue retroalimentando con hormonas que ayudan a combatir la depresión.

Sin embargo algo que caracteriza a la depresión es esa incapacidad de disfrutar, por tanto nos estamos refiriendo al placer y ahí es donde se puede ver afectada la función sexual, cuando no sentimos placer por ende el deseo diminuye incluso desaparece, esto no es un tema únicamente mental, existen sustancias químicas que funcionan como neurotransmisores que en estos trastornos se encuentran alterados y esto es lo que inhibe el deseo sexual.

Indudablemente la depresión es una enfermedad que debe de ser tratada, principalmente con psicoterapia, sin embargo en los casos en los que se requiere medicación, aquí una complicación adicional debido a que hay fármacos que afectan más la vida sexual. Obviamente dependerá del tipo de fármaco, existe diferentes alternativas en el mercado, lo que está claro es que aquellos antidepresivos que se les denomina como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina van a frenar el impulso sexual, al paso de los días se produce más dificultades como pueden ser retrasos en el orgasmo, ausencia del mismo tanto en hombres como en las mujeres, en las mujeres también puede repercutir en la resequedad vaginal. Otros qué se encargan de incrementar la dopamina y/o noradrenalina así como otros medicamentos conexiones distintas.

Indudablemente se recomienda preservar y estimular la sexualidad de las personas con depresión, como lo decía al principio del Post y siempre el buen sexo contribuirá a generar hormonas de bienestar, por lo tanto resulta fundamental la terapia de pareja y terapia de asesoramiento sexológico, ya que por supuesto habrá situaciones que comprender y gestionar en pareja aunque no tengan que ver con la sexualidad sino con la forma de relacionarse durante esta etapa, esto es una enfermedad que requiere de empatía, comprensión y apoyo, porque la otra parte de la pareja también sufre de alguna forma la enfermedad, tengamos en cuenta que vive a manera de rebote los síntomas de quien la padece así como el duelo de haber perdido a su compañero o compañera y como los trastornos en la vida sexual, todo esto se puede convertir en un problema enorme para ambas partes que finalmente termine por destruir la relación.

Siempre el personal sanitario que comience tratar a un paciente con depresión debería tener en cuenta que es de vital importancia que el remitir con el Sexólogo, ya que además está visto que a muchos pacientes cuando se medica y empiezan a empeorar en cuestión de su vida sexual, por lo que en un alto porcentaje abandonan la medicación, lo cual puede resultar contraproducente. Te hablo de que cuando no se habla de la sexualidad, los pacientes pueden abandonar el tratamiento antidepresivo antes de los seis meses llegando a un 75 % de la deserción por qué su vida sexual se ve afectada y por lo tanto puede peligrar la relación de pareja.

Cada caso debe valorarse de manera particular, existen diferentes alternativas que se pueden trabajar y que hagan sentir mejor a ambas partes en la relación, se puede jugar con diversas condiciones ambientales, con distintas eróticas alternativas que causen novedad y entusiasmo, pero también muchas personas necesitan hacer una pausa y no sentirse presionadas, de contacto erótico, de demostración de afectos que no vayan directo al coito. Sin embargo necesita apoyo y acompañamiento para poder encontrar las soluciones que convienen y ayudan a ambas partes de la pareja mientras la psicoterapia y o medicación surten efecto para regresar a un estado normal.

Con respecto a las personas que se encuentran dentro de un estilo de vida swinger o liberal habrá que ser cauteloso, como lo he dicho no se puede generalizar y cada caso tendrá sus particularidades, sin embargo si la relación de pareja no se encuentra bien y estable en esos momentos, si los estados de ánimo están fluctuando, puede ser que no exista interés por el Lifestyle pero quizá la otra parte de la pareja pueda querer buscar una escapatoria y un desahogo aquí, tocaría revisar acuerdos para ver si ambos hacen una pausa, lo cual sería lo más correcto esperando a que la otra parte se recupere y no le afecte más la situación.

Finalmente, con respecto a otras eróticas alternativas, se ha visto que muchos juegos de rol o el BDSM, entre otras prácticas Kinky, contribuyen a la secreción de endorfinas y con ello aportaciones positivas a el estado de ánimo y su regulación. Siempre de manera sana, segura y consensuada.

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